Niños "gordos": ¿dieta o constitución?

 

Una dieta saludable y un poco de actividad física pueden ayudarlo a mantener el peso de su bebé bajo control. Aquí hay algunos consejos para padres.

Tan pronto como nace un niño, se mide de inmediato: la altura y el peso son los dos parámetros importantes que se tienen en cuenta desde el primer aliento de la vida.

 

Los niños a menudo se parecen a sus padres: por lo tanto, puede ser que, si al nacer, el padre y la madre eran delgados  o fornidos, sus pequeños son casi una fotocopia. Un niño puede, ya en el vientre, ser fuerte y no tiene nada de malo; Depende del padre acompañarlo durante su crecimiento para que coma alimentos saludables y tenga un estilo de vida activo. Los buenos hábitos alimenticios y la actividad física realmente pueden tener un efecto positivo en su desarrollo. Aquí hay algunos consejos útiles.

 
Dieta equilibrada

Si su bebé es un bebé robusto, no debe alarmarse: simplemente debe seguir una dieta cuidadosa y saludable. Es mejor mantenerse alejado de la comida chatarra, que no le sienta bien a nadie, y medir el consumo de refrigerios, prestando atención a las porciones tanto en las comidas principales como en los refrigerios (incluso de vacaciones).

Será el propio pediatra el que sugiera la cantidad de ingredientes y condimentos que se utilizarán para la preparación de los alimentos a fin de no cocinar una comida excesivamente calórica. Podría ser útil crear una tabla en la que insertar los alimentos propuestos todos los días para no exagerar las proteínas y los carbohidratos y darse cuenta de cuánto y cómo está cambiando la dieta. Recuerde, sin embargo, que la prohibición nunca funcionó: de manera excepcional le otorga una excepción a la regla.

Un poco de movimiento al aire libre
Un estilo de vida activo es tan importante para mantener a su hijo alejado del espectro de la obesidad. Con las nuevas tecnologías, la invención continua de los juegos electrónicos y la invasión de Internet, los niños tienden a asumir un estilo de vida sedentario. Es aquí donde los padres son llamados una vez más a intervenir. No permita que la pantalla de una computadora se convierta en su único mundo: asegúrese de ser un apasionado de un deporte, dele juegos para practicar al aire libre, solo o en compañía, y proponga un domingo en bicicleta con toda la familia o otras actividades prácticas para hacer juntos.

A través de estos estímulos durante algunas tardes a la semana y tal vez incluso más, el niño olvidará la televisión y descubrirá el placer de estar afuera para disfrutar del sol y del aire fresco, de divertirse con sus seres queridos o con sus amiguitos.