Lavados nasales en bebés (0 - 3 años)

Los lavados son excelentes aliados de los padres y sus crías. Esto es lo que debe hacer para mantener la nariz limpia y libre de sus hijos.

Limpiar la nariz en niños pequeños es una operación importante y ardua. Cuando tienes un bebé frente a ti, siempre tienes miedo de lastimarlo, por lo que parece delicado y frágil. Cuando el bebé se convierte en un niño pequeño, ser capaz de completar la operación sin incurrir en un rechazo enérgico de la otra parte a menudo es imposible. A pesar de esto, la limpieza de la nariz es de suma importancia para los pequeños de 0 a 3, hasta que no puedan respirar de forma autónoma. Aquí hay algunas indicaciones.

El moco: ¿cuál es su función?
Además de una función lubricante y humectante, el moco tiene una función defensiva. Gracias a su consistencia, logra mantener alejados a los muchos gérmenes que ingresan a las fosas nasales y expulsarlos con aclaramiento mucociliar, células NK (Natural Killer), tos y estornudos.

Con la temporada de frío a veces, esta función importante puede sufrir un revés y de ahí la producción de flema que puede dar lugar a resfriados, tos y otros problemas molestos de las vías respiratorias. Es precisamente para evitar la congestión de las vías respiratorias y la aparición de otitis o bronquitis que los niños más pequeños necesitan lavados nasales.

Paso 1. ¿Cómo realizo un lavado nasal?
Para la banda 0-3, solo use una solución fisiológica para limpiar la nariz. Se puede encontrar en viales o en la clásica botella de vidrio que se puede comprar en cualquier farmacia. Para la dosis que se administrará en cada orificio nasal siempre es bueno seguir las indicaciones del pediatra ya que todo cambia según la edad. Para los bebés, unas gotas son suficientes para administrarse alternativamente en las fosas nasales, colocando al niño primero de un lado y luego del otro. Con respecto a la frecuencia con la que se lava la nariz, siempre es bueno pedir consejo al pediatra, incluso si generalmente son deseables lavados frecuentes pero no excesivos.

Paso 2. Aspiración del moco
Como sucede a menudo debido al frío u otros factores, incluso los más pequeños pueden encontrarse con un frío desagradable, debido a las noches de insomnio para los niños y los padres. Aunque el resfriado es una infección viral temible, si no se trata adecuadamente, puede convertirse en algo más problemático.

Todo esto se puede evitar con una simple bomba de succión, que consiste en un tubo de plástico, un tanque y un filtro. Los filtros son desechables y se pueden comprar en cualquier lugar, incluso en el supermercado. Con niños más grandes, los aerosoles descongestionantes son suficientes para fluidificar y mejorar el drenaje del moco. Verá que alrededor de 3 años en plena búsqueda de autonomía serán rociados en el liberador de spray nasal.